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El «incomprendido» Kostas Salapasidis


Nacido el 1 de Julio de 1978, en Melbourne, Australia. Se trata de uno de los poco futbolistas de las Antípodas, junto con John Aloisi o Aurelio Vidmar, en jugar en la liga española.

El pequeño Kostas fue el niño más raro de cuantos habitaban el barrio griego de Melbourne, ya que mientras el resto de sus amigos practicaban el fútbol australiano o aprendían a tocar el didgeridoo al salir del colegio para integrarse en la cultura de Australia, el bueno de Kostas hizo caso a sus genes y a su apellido y se dedicó a un deporte tan minorizado en Australia como es el soccer.

Sea como fuere, el chaval fue creciendo y se le veían ciertas maneras de futbolista aprovechable. Entro, así, en el equipo juvenil del Wollongong City Wolves y, al poco tiempo, fue convocado con la selección juvenil ante la alarmante falta de delanteros y criterio del seleccionador. Ante esto, podemos decir que Kostas es el paradigma del jugador que vivió toda una carrera de las rentas de un sólo partido, ya que en el Mundial Sub 20 celebrado en Malasia en 1997, no se le ocurrió otra cosa mejor que hacer que endosarle 4 goles para derrotar a la selección Argentina, a la postre campeona, donde ya destacaban jugadores como Leo Franco, Pablito Aimar, Leo Scaloni o Riquelme, entre otros.

Al regresar a casa, le llovían las ofertas de otros equipos. Los directivos prefirieron esperar para sacar buena tajada, como hacen hoy en día los clubes pequeños para poder afrontar «sus» temporadas. Tanto se demoró la venta que el recuerdo de la magnífica gesta se diluyó. Y ahí es cuando entra en escena el «pintoresco» y presidente ( aún sigue!) de la SD Compostela, José María Caneda, recordado por su incidente con el «fallecido» Jesús Gil. Sagaz como un zorro, se acordó de Salapasidis en diciembre del 98 del delantero australiano, por el que pagó 100 millones de las antiguas pesetas (600.000 euros), para completar, junto a Changui, Romano Sion y Dimitri Radchenko una delantera de auténtico «lujo» para la SD Compostela.

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El día de su presentación con la SD Compostela, con su clásico patrocinador Escuris.

La alegría de dar el salto al fútbol europeo se convirtió en frustración para el joven Salapasidis, ya que sólo consiguió marcar 1 gol en los 9 partidos que disputó aquella segunda vuelta. Peor le iría la temporada siguiente, ya que sólo disputó 65 minutos en apenas 4 partidos. La inmediata consecuencia de esto fue la salida del club compostelano hacia el Lugano suizo. Un decepcionante año en la liga helvética y otro en la segunda división griega, terminaron por demostrarle que en Europa jamás sería nadie y por eso decide regresar a su país, para finalizar prematuramente su carrera en el South Melbourne, con apenas 28 años, aquejado de una grave lesión de rodilla.

Por último, decir que de su paso por España ha dejado un bagaje cuanto menos pobre en lo que a material fotográfico se refiere, de ahí que su post cuente con pocas fotos.

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